16 dic 2011

Querido papá noel

Querido papá noel,
Ya sé que no repartes lo único que necesito, que es salud, por lo tanto te quiero pedir que no me traigas NADA.
No necesito más ropa, me encanta la que tengo y ya ves que no tengo ocasiones de ponermela... Lo mismo pasa con los zapatos y tengo 2 pares de botas monísimas, es más que suficiente para alguien que no anda...
Por Dios, no más zapatillas ni camisones ultragrandes, es que ya no caben en los cajones. Tampoco quiero bisutería aunque me chiflen todos los accesorios femeninos...
Lo único que me haría ilusión serían unas gafas de sol, pero como las que uso son graduadas en progresivo lo veo difícil... No estoy por la labor de viajar al polo norte para graduarme la vista...
Mi casa tampoco necesita nada, y aunque unos vándalos rompan unos tras otros los pequeños electrodomésticos, yo creo que no debes preocuparte con eso, ni por las puertas de mi ropero rotas (según oigo por ahí, porque son de mala calidad, lo cual me ofende profundamente... Se creen estos mismos vandalos que no escucho los portazos...)
Sé que los Reyes Magos quieren traerme uno nuevo... Aay... Ocurre que yo no podré establecer la misma relación con otros muebles, puede que suene raro pero les acariciaba con las más suaves bayetas, los más perfumados productos y hasta les hablaba...
Es la primera vez que te escribo y no quiero dejar pasar la ocasión de disculparme por todas las veces en las que pude parecer ingrata, aunque solo recuerdo 2 (ya sabes: los gnomos y aquella preciosa alianza de oro cuyo evidente significado no captó de inmediato mi aturdida mente, jejej...)
Juro que ahora nadie podría separarme de esta joya, y ni siquiera de los gnomos pues a fuerza de tenerles ahí ya les tengo cierto cariño, hasta creo que les buscaré un hogar para cuando ya no esté... Tengo a la persona ideal... jejjej!!!
Gracias papá noel.

5 dic 2011

Gadgets, chismes y trastos

Tengo que decir en honor a la verdad que mis hijos me cuidan con esmero y paciencia, cada uno a su manera y con más o menos acierto.
En mi caso se confirma la teoría de que las mujeres somos más eficientes en tareas domésticas, cuidados a enfermos, etc. Me entiendo de maravilla tanto con las 2 chicas como con el mayor que es un sol como hijo y como persona. Dicho esto paso a enumerar los regalos que recibo de él con la buena intención de mejorar mi comodidad y confort...
Este fin de semana apareció con un, llamemosle "cojín" para el cuello, tiene una funda-calcetín y se calienta en el microondas, y de segundo una zapatilla gigante para los 2 pies, aunque en realidad caben 4.. Qué cosas!! Ni que una fuera por ahí dando saltos.
El caso es que la semana anterior su hermana me compró unas del modelo que suelo usar desde que estoy enferma, muy discretitas: con estampado de tigre... Me dijo: "Mamá, sé que odias el estampado tigre, pero mira qué chulas!". Digo: "Gracias hija", mientras pienso dónde tendrán escondidos los 3 pares que recibí por Reyes el año pasado...
Luego se quejan de que no hay sitio en los armarios. Normal, entre el globo de fisioterapia, la plataforma giratoria con la que casi nos matamos un día, la colección de almohadas "especiales", el cojín masajista, la olla para cocinar al vapor (esto fue cuando aún no sabíamos que tenía ELA y se metieron en la cabeza bajarme el colesterol, lo han logrado en poco tiempo ya que lo tenía por debajo de lo normal, claro que entonces yo estaba en cama con una fractura vertebral, q sino...)
¿¿Que más??  Ah sí! El atril, el humidificador, el hidromasaje de pies, que menos mal que estuvimos todos de acuerdo en devolverlo a la tienda...
Seguro que me dejo atrás otros tantos objetos de dudosa utilidad, sin hablar de las mascarillas para el bipap en desuso que guardan por si acaso... Como si no fuera bastante toda la maquinaria, sillones, mesitas y demás. Mis armarios, roperos y cómodas piden a gritos una revisión de esas que solía hacer yo un par de veces al año...
Seguro que hasta los contenedores de reciclaje del barrio, me echan en falta...