22 feb 2012

Adiós Israel.

A veces, en este espacio de blogers o de facebook, nos encontramos con seres que pronto nos resultan familiares y pasan a formar parte de nuestras vidas . Con Israel mantenía un diálogo esporádico pero muy cercano y de cierto modo humorístico, salvo la última vez en que le noté agobiado...


12 noviembre de 2011
* Israel: Hola, amiga creo q necesitaré un BIPAP

* Adilia: Hola, te lo dan en el hospital, yo llevo 2 años con él, no sufras por eso
* Israel: Me falta aire

* Adilia: Pides a tu neumólogo

31 de enero de 2011
* Adilia: Israel, hace tiempo que no sé nada de ti, ya tienes el bipap? Como Estás? Yo sigo igual. Un fuerte abrazo


Tras este último mensaje pasaron días en los que aún sorprendida de no obtener respuesta, pensé que simplemente no tenía humor para conversaciones algo que comprendo muy bien... A los pocos días ví que Pablo estaba en el chat, justamente acababa de leer algo suyo, y aproveché la ocasión...

11 de febrero de 2011
* Adilia: Sabes como está israel?
* Pablo: Murió

* Adilia: NOOO.. Q dolor
* Pablo: Es x eso q tenemos su foto los elaticos
* Adilia: Cuando? No lo sabia, le escribi hace poco...
* Pablo: El 3 de febrero
* Adilia: Y tú como estás?
* Pablo: Mal, puros problemas
* Adilia: Qué problemas? Salud?
* Pablo: Todo
* Adilia: Todos nosotros estamos mal. Cuando muere alguien me derrumbo. Tu familia te trata bien?
* Pablo: Si
* Adilia: Lo siento mucho Pablo. No le hagas caso a la gente. Un abrazo
* Pablo: Gracias preciosa


Jamás pensé que te irías tan pronto, te veía en las fotos con Rocío y Leyla, tan joven y guapo, parecías tener en el mundo en tus manos... Me cuesta creer que nunca más podré chatear contigo...

10 feb 2012

Testamento

Sabido es, que las mayores desavenencias familiares son consecuencia del reparto de herencias. Curiosamente, muchas veces aquellos que menos se preocupan de sus padres o tíos de edad avanzada ó enfermos, son los primeros en reclamar su parte. Lo digo por lo que he visto a mi alrededor, no como afectada.
Mi familia es pobre y jamás he heredado ni un simple recuerdo. También es cierto que por circunstancias, siempre viví lejos del núcleo familiar, por lo tanto no tuve muchas ocasiones de recibir ni tampoco de dar. Solo sé que más vale prevenir que curar, como se suele decir...
En cuanto a eso, a los que tenemos una enfermedad terminal, nos da tiempo de hacer las cosas bien. En mi caso no hay problema porque tengo hijos y no necesito hacer testamento, simplemente dejar que se aplique la ley, es decir, el reparto en partes iguales. Aún así, dejo instrucciones a los tres de cómo quiero que se hagan ciertas cosas. Por ejemplo, estando separada como lo estoy yo, y casada en régimen de gananciales, lo primero sería hacer la debida liquidación de bienes. En mi caso ya esta hecho...
Dos años antes, mi ex-marido quizo pedir un préstamo e hipotecar, ó la casa donde vivia él ó el piso donde vivíamos nuestros hijos y yo. Evidentemente, le dije que ni hablar (ya no cumplía con ninguna de sus obligaciones, es decir, que vivíamos exclusivamente de mi trabajo).
Fue por tanto la ocasión de hacer la liquidación de gananciales, algo en lo que por cierto ya llevaba pensando una temporada. Me vino estupendamente: cada uno con lo suyo. "Y ahora puedes hipotecar tu parte", le dije.
El caso es que tenemos tendencia a decir que hay tiempo y dejarlo en espera hasta que, un día, la muerte nos pilla por sorpresa y sin los deberes hechos...
En definitiva, yo les diría a mis amigos que si lo tienen claro, cada cual en función de su situación personal, dejen constancia de sus deseos, y a las familias, que colaboren con esa necesidad que tiene el enfermo en vez de eludir la cuestión.

Aún recuerdo la preocupación  de mi madre durante los meses en que mi padre se debatió entre la vida y la muerte. Estaba totalmente derrumbada (51 años juntos y 7 hijos). En esa ocasión pude cumplir con mi deber de hija, y viajar una vez al mes, pasar unos días con ellos, volver a Sevilla, esperar angustiada hasta la próxima visita...
En nuestras conversaciones me dí cuenta de que mi madre estaba dándole vueltas a temas como la sucesión, el funeral y demás, pero sin saber cómo abordarlos, entonces le dije "Mamá vamos a hablar de lo que te preocupa. Respecto a lo que vosotros tengais tras toda una vida de trabajo y privaciones, es tuyo y solo tuyo, ni mis hermanos ni yo te vamos a pedir nada, faltaría más..."
Tras decidir cómo debían hacerse las cosas, de alguna manera se sintió más tranquila y apoyada por todos sus hijos... Lo que pretendo decir es que, a veces, a las personas les cuesta hablar y nos toca intuir cuales son sus preocupaciones.