Aunque parezca mentira, tras varios meses alimentandome únicamente de chocolate con nata, no estoy más "gruesa", como dice el abuelo, jajaja!! Y además tengo el azúcar en su justa medida. Eso sí, me tomo por sonda gástrica la alimentación complementaria prescrita por el nutricionista que no es cosa de caer enferma, digo más todavía, que no está el horno pa bollos...
Ya tenemos una baja que va pa largo y aunque tratamos de sobrellevarlo con humor, estoy muy preocupada y me siento culpable. Mi pobre hijo que tiene serios problemas de espalda y se operó 2 veces de hernia discal, al que yo no dejaba coger nada de peso, ahora me levanta a mí de la cama o de donde sea, el caso es que tiene mucha fuerza pero le falla algo muy importante, que es la técnica. Hace 2 semanas, un lunes, salíamos de la ducha su hermana y yo, como de costumbre él vino a sentarme en la butaca, de pronto dió un grito de dolor, me soltó bruscamente, me golpeé la cabeza fuertemente contra el respaldo y desde entonces él tuvo que anular su semana de trabajo, el billete de avión y empezar por 3ª vez el peregrinaje por hospitales y médicos privados... En fin, que lo más seguro es que pase por el quirófano una vez más.
Esto me recuerda a la primera vez, cuando solo tenía 17 años recién cumplidos. Llevaba meses cojeando, con dolores en la pierna y en la espalda, 30 mil visitas a urgencias y especialistas, había perdido 12kg., estábamos desesperados. Por fin conseguí la dirección de un médico que tras examinarle se dió cuenta de que había perdido sensibilidad en la pierna y urgentemente le hizo TAC, RM y le ingresó para la intervención. Me salto unos detalles por abreviar y me voy a la anecdóta más dramática o divertida, según como se mire. Resulta que la operación fue bien y nos dieron el alta rápidamente porque faltaban camas... A los 3 días de estar en casa empezó con un dolor en la pierna, a mis llamadas de teléfono me decían que era normal, que descansara, etc... Hasta que el viernes no se pudo levantar del sofá, le di un calmante y así nos dió la noche. Me fui a la cama con mil preocupaciones, avisé al padre para que no se fuera por ahí... Efectivamente en mitad de la noche oí el grito de dolor y cuando perdió el conocimiento yo ya estaba a su lado. En resumen, entre llamadas al ambulatorio del pueblo y al pueblo más cercano, por fin di con una mujer competente que vino con una ambulancia para trasladarnos a Sevilla. Como era viernes nos quedamos en observación, mi hijo dentro y yo en la sala de espera. Cuando nos dejaban entrar, el niño me decía que solo le daban pastillas y no comía porque no podía incorporarse... Total, así pasamos el sábado y llegó el domingo. Los que estabamos en esa sala de espera ya nos conocíamos. Y surgió el drama, una familia que había venido de Huelva con su hijo de 20 años con fuertes dolores de cabeza, esa mañana le dieron el alta. La madre muy contenta me decía que menos mal, que era un trastorno... Mientras esperaba a su marido, entró un enfermero, dijo su nombre y se la llevó. El ambiente se hizo pesado por la solemnidad que reflejaba la actitud de esta persona. Luego supimos que el joven había fallecido por hemorragia cerebral. Aún se me hace un nudo en la garganta de recordarlo.
Mi estado de espíritu no era brillante, cuando a media tarde me llamaron por megafonía, y ahí empieza el episodio que en otras circunstancias me hubiera parecido hasta divertido por surrealista. Intento reproducir el diálogo...
- Firme aquí.
- ¿Que es?
- El alta.
- ¿Cómo que el alta si está igual y no le ha visto el médico?
- Oiga, firme usted o ¿es que quiere saber más que nosotros?
- Yo solo sé que nadie me dijo que le pasa a mi hijo.
Entonces este hombre de unos 60 años, con marcado acento árabe, tiró la carpeta al suelo violentamente esparciendo los papeles que una asistente se puso a recoger. Y de pronto me entró una sangre fria y determinación que nunca me ha fallado en los momentos críticos, especialmente cuando se trata de mis hijos. Y dije:
- No voy a firmar nada sin que le vea su médico y si quiere que se vaya tendrá usted que sacarle a la calle y responder de las consecuencias, desde luego no voy a correr el riesgo de que mi hijo se quede en una silla de ruedas porque usted lo diga.
Mientras este señor gesticulaba, interrumpiendo con muy mala leche, dijo que si quería que llamara al director del hospital y a los servicios de reclamaciones, a lo cual respondí: "Sí, llame usted. Yo esperaré junto a mi hijo."
Desde allí vi que cogió el teléfono, pero tuve la sensación de que no hablaba, efectivamente no apareció nadie en toda la tarde. El personal parecía tenso, una chica me dijo tímidamente que no podía estar ahí y yo le dije que estaba esperando al director. Solo salí un momento para llamar a mi marido, contarle toda la historia, avisarle que viniera a la hora del "parte oficial" y dijera lo mismo que yo (él en estas situaciones se quedaba sin reacción).
Cuando llegó la hora, este hombre le dijo a mi marido: "Pase usted solo porque con su mujer no se puede hablar"... ¿¿¿CÓMO??? Abrió la puerta y entré la primera. No repito la conversación por incoherente y absurda por parte de esta persona.
Finalmente el niño se quedó y a la mañana siguiente a primera hora teníamos a su médico y al cirujano que le operó examinando a nuestro hijo. Parece que la historia traspasó las fronteras de observación. Para nosotros todo acabó bien y lo dejo ahí...
Cuantas cosas en una vida...
¿Con cuantas cosas tenéis que luchar las mujeres?. Ahora y siempre. Creo que nunca cambiaran según que mentes. Aunque hay que seguir y no dejarse.
ResponderEliminarquantas pessoas trabalhando ,simplesmente para receber seu salário no final do mês.é muito triste ,se pensarmos,que em alguns casos,se joga com a vida das pessoas,friamente,como se se tratasse de um negócio.sorte ,a de quem têm uma mãe,que sendo calma e pacífica ,pode virar leoa,a defender suas crias. todos temos de ser competentes e empenhados qualquer que seja a nossa profissão ,mas um médico ,tem que sê-lo a 100 por cento .infelizmente muitas vezes não é assim.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con mi tía, los médicos deberían ser especialmente profesionales, íntegros y humanos, más que en cualquier otra profesión, puesto que lo más vulnerable y a la vez sagrado que tenemos es nuestra salud..
ResponderEliminarPero gracias a Dios, mis hermanos y yo tenemos una madre.. ¡Qué madre! ¡Cómo saca las garras cuando le tocan la fibra! Menos mal que estaba alli poniendo la cara y el carácter por su hijo.
Y hoy la historia se repite!
Esta misma mañana mi madre ha vuelto a dar otro golpe de efecto para ayudarle. Le ha escrito un mail a su doctor (y casi me atrevería a decir que hoy en día también es amigo) contandole que un médico del privado le ha dicho que debe operarse de la espalda inminentemente, costeando claro está, la operación..
Enseguida, él ha pasado orden a un colega neurocirugano para que le vean lo antes posible y tener una segunda valoración.
Como siempre, la gallina echando mano de sus posibilidades para ayudar a sus polluelos (q de polluelos ya tienen poco, jeje)
En fin, concluyendo, quien tiene una madre tiene un tesoro, pero quien tiene a MI MADRE tiene un reino lleno de tesoros.. ♥ ♥ ♥
super madre heroica que tengo siempre como una loba cuidando de sus niños. Me acuerdo de este ingreso que lindaba con la pesadilla despierta. este viaje tan interminable en la ambulancia de La Puebla del Rio el pobre conductor andaba a 20km por hora porque el minimo salto o irregularidad de la pista hacia que me desmayaba literalmente del dolor. Pobrecita sin coche ni nada todos los dias cogiendo los dos autobuses que te llevaban al Hospital, trayendome las revistas musicales que no solia permitirme comprarme , chocolatinas y sobre todo tu incondicional cariño y sosiego que era lo unico realmente que necesitaba. Gracias mama.
ResponderEliminarGracias hijos. Cualquier madre hace lo que sea por sus hijos.
EliminarNo sabemos de que somos capaces hasta que la vida nos pone a prueba...
Lo que me decías en el blog, que al final te has tenido que avinagrar en alguna ocasión para que te trataran a ti o a los tuyos como es necesario...
ResponderEliminarola pois eu nâo sabia essa historia do jony é pena que temos que batalhar para se conseguir alguma coisa ainda bem que tudo se terminou bem tu dizes que qualquer mâe faria o mesmo eu penso e ja temos ouvido coisas que nem sempre as mâes fazem o mesmo eu penso que tivermos um exemplo a nossa mâe que tudo fez por os filhos ainda hoje sempre preocupada muitos beijinhos
ResponderEliminarDespués de leer tu historia y sobre todo los comentarios de familiares y amigos, solo decirte, que me alegro mogollón de que tengas una familia tan estupenda y tantos amigos.
ResponderEliminarPorque tú te lo mereces.
Un abrazo.