Desculpa, mas
tive que rir com gosto. Uma cucaracha no duche é quase o mesmo que
encontrar um rato na despensa, botas de
borracha, pegamento, vassouras, etc. Assunto resolvido e histórias para
contar.
Madre mía!!! Mi hermana hace alusión a una vez que me fui a pasar unos días con ella.
Quizás fuese en 2006, poco antes de empezar con mis problemas de salud.
Un día decidimos ir al pueblo a ver a nuestra madre. No estoy segura pero creo que fuimos por la tarde y volvimos al día siguiente después del almuerzo. Son unos 170 kms. Queríamos llegar pronto porque no nos gusta la noche para conducir, y efectivamente llegamos al atardecer.
Lo primero que vimos al entrar fue una nota de mi sobrina que decía "MAMÁ HAY UN RATÓN EN LA DESPENSA". ¡Toma ya! A mi hermana se le cambió la cara, la mía no me la vi, pero me hice la valiente para disimular el auténtico pavor que le tengo a esos bichos.
Estaba claro que teníamos que hacer algo...
¡Caramba, entre las dos sumábamos unos 110 años! ¡No era cuestión de llamar a los bomberos!! Así que le dije a mi hermana: "Necesitamos botas de goma, guantes de limpieza y escobas". Así equipadas, abrimos cautelosamente la puerta de la despensa: nada. Evidentemente, el ratón se había escondido lo más lejos posible de nuestras escobas, de modo que empezamos a vaciar la despensa. Cartones de leche, botellas de vino, aceite, latas de todo tipo, en fin, todo lo que se suele guardar en una despensa. Ya solo quedaba una balda, y ni rastro de ningún ratón. Ya creíamos que la niña nos había gastado una broma de mal gusto... Pero ahí, donde estaban los cereales, harinas , legumbres y demás, vimos paquetes roídos...
"Que repelús" y de pronto el enemigo salió corriendo y atravesó la amplia cocina hasta alcanzar un refugio detrás del frigo. Con las escobas le obligábamos a salir pero no lo pudimos matar.
Tras unos cuantos viajes del frigorífico a la despensa, sin otro resultado que la sensación de que ese ratón se reía de nosotras, le hablé a Mimos del pegamento para ratones, del cual ella no sabía nada.
Enseguida cogió la llave del coche y fue al pueblo a ver si lo encontraba mientras yo montaba la guardia delante del frigo (no sé si 20 ó 30 minutos).
Yo daba las instrucciones y mi hermana se fiaba ciegamente de mí... Finalmente volvió con el pegamento, rodeamos el frigo de trozos de cartón cubiertos de pegamento, acto seguido procedimos a mover el frigo ante la mirada escéptica de Mimos que ya no estaba segura de nada...
Cuando se vió acorralado detrás de un frigorífico que no paraba de moverse, el ratón decidió huir y ¡¡ZÁS!!
¡Lo pillamos!
Y ya que estabamos, le dimos una mano de pintura a la despensa, limpiamos y ordenamos todo, nos duchamos y, extenuadas pero felices, nos dejamos caer en el sofá.
Entonces, con nuestros propios comentarios, nos reímos como dos locas...
Que sano reírse de uno mismo...
Quizás fuese en 2006, poco antes de empezar con mis problemas de salud.
Un día decidimos ir al pueblo a ver a nuestra madre. No estoy segura pero creo que fuimos por la tarde y volvimos al día siguiente después del almuerzo. Son unos 170 kms. Queríamos llegar pronto porque no nos gusta la noche para conducir, y efectivamente llegamos al atardecer.
Lo primero que vimos al entrar fue una nota de mi sobrina que decía "MAMÁ HAY UN RATÓN EN LA DESPENSA". ¡Toma ya! A mi hermana se le cambió la cara, la mía no me la vi, pero me hice la valiente para disimular el auténtico pavor que le tengo a esos bichos.
Estaba claro que teníamos que hacer algo...
¡Caramba, entre las dos sumábamos unos 110 años! ¡No era cuestión de llamar a los bomberos!! Así que le dije a mi hermana: "Necesitamos botas de goma, guantes de limpieza y escobas". Así equipadas, abrimos cautelosamente la puerta de la despensa: nada. Evidentemente, el ratón se había escondido lo más lejos posible de nuestras escobas, de modo que empezamos a vaciar la despensa. Cartones de leche, botellas de vino, aceite, latas de todo tipo, en fin, todo lo que se suele guardar en una despensa. Ya solo quedaba una balda, y ni rastro de ningún ratón. Ya creíamos que la niña nos había gastado una broma de mal gusto... Pero ahí, donde estaban los cereales, harinas , legumbres y demás, vimos paquetes roídos...
"Que repelús" y de pronto el enemigo salió corriendo y atravesó la amplia cocina hasta alcanzar un refugio detrás del frigo. Con las escobas le obligábamos a salir pero no lo pudimos matar.
Tras unos cuantos viajes del frigorífico a la despensa, sin otro resultado que la sensación de que ese ratón se reía de nosotras, le hablé a Mimos del pegamento para ratones, del cual ella no sabía nada.
Enseguida cogió la llave del coche y fue al pueblo a ver si lo encontraba mientras yo montaba la guardia delante del frigo (no sé si 20 ó 30 minutos).
Yo daba las instrucciones y mi hermana se fiaba ciegamente de mí... Finalmente volvió con el pegamento, rodeamos el frigo de trozos de cartón cubiertos de pegamento, acto seguido procedimos a mover el frigo ante la mirada escéptica de Mimos que ya no estaba segura de nada...
Cuando se vió acorralado detrás de un frigorífico que no paraba de moverse, el ratón decidió huir y ¡¡ZÁS!!
¡Lo pillamos!
Y ya que estabamos, le dimos una mano de pintura a la despensa, limpiamos y ordenamos todo, nos duchamos y, extenuadas pero felices, nos dejamos caer en el sofá.
Entonces, con nuestros propios comentarios, nos reímos como dos locas...
Que sano reírse de uno mismo...
e foi assim a rir de nossos próprios infortúnios ,que tocamos nossa vida para a frente,de rosto levantado,coração aberto,e rindo por tudo,e ás vezes por nada. tenho que dizer que a pessoa que consegue contar esta história engraçada,no dia em que espera a todo o momento o nascimento do seu primeiro neto, não é uma pessoa qualquer. irmã!só tu mesmo.
ResponderEliminarjajaja, increíble historia con el "gigante" y "villano" ratón". Me he reído como hacía tiempo no lo hacía, jajajaja
ResponderEliminarEsta história da minha Amiga e na minha Aldeia, no combate eroico contra um ratão,adaptava-se às façanhas de D. Quixote de La-Mancha por Cervantes, com uma pequea diferença, é que Cervantes, serviu-se da escrita para fazer uma grande critica à sociedade da época e tu minha querida, contas um episódio verdadeiro!Beijos para ti e tua familia!!!
ResponderEliminarZASCA!!!! auténticas cazadoras de ratones!!!!! la risa es sana, muy sana.
ResponderEliminarTe quiero Adilia y felicidades abuelaaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!!
Vosotras 2 valientes, asustadas de un ratoncito de nada.. Yo no digo na! Porque yo soy la q más les teme a esos animales, les tengo fobia a ratones y a ratas, uufff verdadero pánico, peeeero yo soy yo, una malcriada q nunca ha tenido q enfrentarse a nada. Vosotras!? Moviendo cielo tierra pa cazar a un ratoncíto, muertas de miedo? Jajaja es q sois unas personajes. Me hubiera gustado veros aunque os imagino perfectamente... Las 2 gemelas maquinando cómo acabar con este insignificante roedor durante toda una tarde, eso sí, una vez acabada la misión, había q acabar con una mega-limpieza a fondo, cómo no, eso sí q es puramente Adi&Mimo ❤
ResponderEliminarHola Adilia, me ha encantado vuestras vivencias con el raton, yo hubiera echó igual no me gustan los ratones, que bien lo espricas,, sois valientes las dos,, abrazosss,,
ResponderEliminarHola Adi.
ResponderEliminarSolo decirte que eres genial.
Eres una gran comunicadora, y con tu trasparente naturalidad, nos hace sentir y sonreír.
Muchas gracias. Un besote fuerte.