Hace tiempo que no sucedía nada extraño a Jonatan, desde que un timador de guante blanco en el aeropuerto de París, le contó no sé qué historia super bien montada, de tal forma que tocó el corazoncito de mi hijo que nunca lleva dinero en efectivo y fue corriendo al cajero a sacar 50 € para el pobre señor, a quien una serie de desgraciadas coincidencias habían abocado a dormir en un sillón de la terminal...
Por supuesto le dió su dirección, sus números de teléfono y todas las garantías de que le llamaría a primera hora del día siguiente para devolverle el dinero.
Al ver que no llamaba, mi niño empezó a sentir, ¿cómo decirlo?... ¿Ondas negativas?... ¿Malas vibraciones?? O como se dice más coloquialmente, empezó a sentir "la mosca detrás de la oreja"...
A media mañana decidió marcar los números que tenía y, efectivamente, le había timado el viejecito del traje y corbata con su maletín de empresario.
No fue hasta pasados unos días que se acercó y empezó diciendo: "No iba a contar nada porque me sentía imbécil, pero ya se me pasó". Y nos narró lo sucedido, como solo él sabe hacerlo. Lo que nos hemos reído, ¡madre mia!
El año pasado en la feria, dejó la chaqueta en una silla con el móvil en el bolsillo (un móvil de última generación recien comprado). No puedo evitar decirle: "Pero hijo, ¿cuantas veces tienen que robarte para que tengas cuidado??" "Ya lo sé", me dice él, y como sé que ya está cabreado consigo mismo... Luego me dijo: "Esto de la feria no me volverá a pasar..."
De tal modo que este año, cuando se arrancó a un bailecito, se metió la cartera y el móvil en los bolsillos del pantalón. Ay, pero se dejó la llave del coche en la chaqueta, por cierto que cuando le vi salir pensé: "Qué guapo va y qué ropa tan bonita", bueno, pues se han llevado la chaqueta y la única llave que quedaba del coche. Finalmente todo se solucionó porque una llave averiada nos hizo el favor de funcionar. Más se perdió en la guerra...
Casualmente ese mismo sábado de feria Rosa se fue a la playa por la tarde, con idea de dormir allí y volver el domingo. Cuando iban a montar la tienda, sacaron las cosas del maletero... Pero... Después de preguntarse uno a la otra si lo tenían todo, cerraron el maletero con la llave dentro. Estaban en Portugal y era de noche. Un policía de paisano que les vió merodear en torno al vehículo, jajaja, fue quien les dió un número de teléfono para que un chico les abriera el coche, después de comprobar que no eran unos ladronzuelos de poca monta. La broma les costó 50 €. Más se perdió en la guerra...
Mientras tanto, el abuelo... Tiene una plaza de garaje alquilada a motos, caben 6 motos, pero en la Comunidad de Vecinos le dicen que solo puede tener 4. Y él encabezonado en salirse con la suya (aunque no necesita el dinero), no se le ocurre otra cosa que dejar de pagar la comunidad (a modo de protesta), así que cuando sus "inquilinos" se quejan de que las llaves no abren, le da el ya conocido brote de manía persecutoria, o lo que sea... Dice que todos los demás entran y salen, que le han estropeado sus llaves y no atiende a razones... Incluso se encoleriza con los chicos, que son quienes finalmente le solucionan todos los problemas.
Vaya 2 semanitas que nos dió el abuelo...
HASTA PRONTO.
Y te has quedado corta!! Aqui todos los dias hay una historia... Ofu, que paciencia! Y por si eramos pocos, parió la abuela...
ResponderEliminarO mejor dicho, apareció el abuelo adoptivo! jajaja! Que nos tiene locos ultimamente con la vejez... Y todavia falta el nuevo miembro que se une a la familia en Septiembre... Maaaadreeee!!!!
são as coisas normais para esta família normal,mas que ainda assim me fazem um ataque de riso. mais 50 euros ,menos 50 euros,tanto faz. eu conheço alguém ,que algures numa feira em Portugal,perdeu seu neto de apenas dois anos. espero que o futuro membro da familia,não fique entregue a seu tio,pois pode correr os mesmos riscos jeje
ResponderEliminarTeneís material para otro blog con las cosas que os pasan. No hay quien se aburra.
ResponderEliminarPfff... De Jony en concreto tienes historias pa aburrir!! Desde aquella vez, de pequeño, que salió de casa sin que papá se diera cuenta, y fue a buscarte al supermercado... JAJAJA!!
ResponderEliminarEn fin, se han perdido móviles, carteras, portátiles... pero a fin de cuentas, ¡más se perdío en la guerra!
Lo del abuelo, es tema aparte, jeje..
Tens historias de vida que completavam um grande livro. Todos nós temos historias semelhantes! A historia da Mimosete do homem que perdeu o neto, é como a minha! A minha filha Gui Teresa quando tinha tinha 4 anos, era sempre a minha mulher que a ia buscar ao Colegio, Um dia encarregou-me a mim de a ir buscar e eu fui fazer um trabalho para muito longe de Lisboa e nunca mais me lembrei da minha filha, porque seria a primeira ves que o fazia, esqueci-me dela e como naquele tempo não havia telemóveis, a minha mulher pensou que eu a teria ido buscar ao colegio e a teria levado comigo, erro, quando cheguei a casa perto da 3 hora da manhã é que me lembrei da miuda, nem sabes o meu sofrimento! fui a casa da directora do colégio e tinha sido uma empregada que a levou para sua casa e a historia terminou bem!!!
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