8 may 2015

Piçarras, año 1959

Para disipar un poco la tensión de la última semana, paso a narrar un episodio tragicómico del cual fuimos protagonistas mi hermano Arnaldo y yo.
Había llovido durante días y las riberas desbordaban por todas partes impidiendo el paso de los transeuntes. Mi abuela vivía en el monte Ruivo, aislada de cualquier medio de abastecimento.
Todos los que tienen mi edad, saben que el pan se fabricaba en casa y era el alimento base de las familias. Cuando pasó el temporal, mi madre, preocupada por mis abuelos, tuvo la genial idea de comprar un saco de harina y ponerlo encima de la burra, nuestra única "riqueza", y mandarnos a mi hermano y a mí, a llevarla a mi abuela.
Yo tenía 9 años y mi hermano 7. Me dijo que diera la vuelta por el monte "Chada", donde la ribera se se estrechaba y donde había una "pinguela", especie de puente de piedra que debía medir 1,50 mts. Una vez llegados allí, me puse a examinar la situación.
El puente se veía a través de unos centímetros de agua, la carretera de tierra estaba completamente anegada, había riachuelos todo alrededor, pero el principal obstáculo era pasar el puente debido a la profundidad en ese lugar. 
Mientras yo dudaba si arriesgarme a que nos resbalaramos o volver a casa, un pastor que estaba por allí cerca, se acercó a nosotros y dijo que no había problema, que él nos ayudaba, de manera que me sentí respaldada por un adulto...

Le dije a mi hermano que se quitara las botas, se remangara el pantalón y que pasara primero. Aún recuerdo el nudo en la garganta... Luego le lancé la cuerda que, sujeta al "cabestro", servía para dirigir el animal. Una vez que mi hermano tuvo la cuerda en la mano, empezó a guiar la burra, para que pasara también y fue cuando ocurrió el accidente.
Cuando el animal estaba justo en el medio se resbaló y quedó desparramado, l
a piedra en la barriga y las patas para cada lado, totalmente sumergidas en el agua. Después de varios intentos para sacar al pobre animal de ahí sin resultado alguno, el hombre vió que una oveja se le iba lejos, y como todos sabemos, las ovejas "donde va una van todas". Total, que se fue con su rebaño y nos dejó solos con el problema.
En un último esfuerzo, yo como mayor, le dije a mi hermano que cuando yo le dijera, tirase con todas sus fuerzas y yo tiraba de la cola hacía arriba. Así hicimos y ¡MILAGRO! La burra se impulsó y logró ponerse de pie, la barriga y el pecho ensangrentados...
Luego ya alcanzamos la carretera sin más tragedia. Sólo entonces comprobé que la harina milagrosamente estaba seca. Cuando llegamos, mi abuela desinfectó las heridas del pobre animalito, y a la tarde nos acompañó hasta cruzar la ribera, dispuesta a darle el recado al pastor, pero no le vimos... 

7 comentarios:

  1. Ahahah! Amiga desculpa, apesar de trágico não pude deixar de rir. Esta tua frase onde dizes que a pobre burra caiu desamparada com as patas para cada lado, olha, passou a imagem na minha cabeça e fez-me soltar umas boas gargalhadas. Felizmente que terminou tudo bem, e a farinha chegou seca. Falando ágora a sério eu imagino a vossa agonia ao verem a burra atravancada no meio da ponte sem a conseguirem levantar! E que coisa mais ignorante a desse pastor que vos deixou sozinhos com essa situação tão delicada para resolver? Nem parece coisa normal, deve ter tido medo de ser acusado de os ter incentivado a avançar, quando vocês queriam voltar para trás, e pirou-se. Obrigada por mais esta partilha . Escreves lindamente, e eu parecia que estava lá ao vosso lado! Beijinho apertadinho da Glorinha.

    ResponderEliminar
  2. Olá tia, obrigado por ter escrito essa história tão gira. Como se costuma dizer recordar é viver e os que leram o episódio puderam vivê-lo também! Bjinhos do sobrinho Paulo Aires.

    ResponderEliminar
  3. Olá Adilia eu estou a ver a tua cara e a do Arnaldo com seus olhos escuros e sobrancelhas carregadas magrito, e tu toda mandona e despachada a fazer um trabalho desses eu estou farta de me rir só de pensar nas vossas figurinhas e sem conseguir tirar o burro e o parvo do homem foi embora se vocês caisem á ribeira e que era um trabalho mas como iam fazer uma coisa bem feita ,ajudar a avó DEUS ajudou e acabou tudo bem até a farinha seca tens cada história gostei desta beijinhos amiga.

    ResponderEliminar
  4. não parece real,mas sabemos que é. nesse tempo era normal, nos dias de hoje, ,não cabe na cabeça de ninguém. eu tenho uma história ,certamente com a mesma burra,em que por qualquer razão ,a burra se desorientou, levou-me até ao meu pai,mas no regresso devia estar demasiado cansada, e caminhou á toa,eu percebi que ela se tinha desviado,mas como também não sabia o caminho! assim fomos parar ao monte novo da Popa,e eu de tão assustada nem conseguia explicar quem era. como vês, as tuas histórias ,sempre me recordam outras. bj

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ahahah! Mimos que coisa, vida dura era a das crianças desse tempo! Abraço da "glorinha"

      Eliminar
  5. Adilia, devia publicar um livro com estas histórias de vida, por vezes tristes, por vezes muito engraçadas, mas sempre muito interessantes! Obrigado por as compartilhar com nós.
    Beijocas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jejeje, quijotesco verdad Alda?? Besitos y gracias por seguirme a todos los comentaristas.

      Eliminar