26 sept 2010

"Situaciones": Los coches de mi vida.

Acabo de atravesar un periodo de desconsuelo debido a la creciente dificultad que tengo para comunicarme. Me cuesta cada vez mas mover el ratón y los intentos con la webcam no son positivos. Creo que nunca llegaré a ser capaz  de usarla.
Pero bueno... Hoy os voy a distraer con un episodio más de mi vida de casada.
Dicen que los polos opuestos se atraen y debe ser verdad en mi caso, ó eso ó debía estar tonta de remate y cuando recuperé el juicio ya había dado el "Sí quiero", tenía 2 hijos y otro en camino.
Por aquél entonces, mi marido cambiaba de coche como de camisa, la verdad es que me daba un poco igual. La tarde en que llegó a casa diciendo "Adilia, baja a ver el pedazo de coche que tenemos" estaba tan eufórico que no quise decirle que no era buen momento y salí a ver...


Aparcado en segunda fila había un Audi negro reluciente como una moneda nueva. Galantemente me abrió la puerta invitándome a comprobar la comodidad de mi plaza de copiloto. Fue  entonces cuando, un pie dentro y otro fuera, eché una mirada al interior y ví que no había asientos traseros. Inmediatamente sentí que me invadía la ira y la impotencia de siempre, cada vez que mi marido hacía algo tan absurdo como comprar un deportivo de 2 plazas para una familia de 5 miembros ¡¡!!
Lo primero que dije fue "¿Dónde piensas sentar a los niños?"
Él se quedó callado ante la inexistencia de respuesta a mi pregunta.
No recuerdo bien toda la discusión (breve porque no era el momento ni el lugar). Lo último que le dije fue que no quería volver a ver ese coche ni a él mientras le durara la amnesia.
Al día siguiente lo cambió por un vehículo familiar.
No me dijo (ni yo le pegunté) cuánto nos había costado la broma. 

19 sept 2010

ATRAPADA

"Atrapada en su cuerpo" suele decirse de la persona incapacitada físicamente.
Solo los que vivimos ese calvario, podemos comprender lo que abarca la palabra. Atrapada las 24 horas del dia. Es el vivir sin vivir, el desear dormir y nunca despertar. Hoy lo digo aunque no tenemos derecho a decirlo porque molesta, porque no queremos hacer sufrir... Los nuestros ya sufren porque no son tontos, pero quiero dejar clara una cosa: nosotros somos las victimas.
Reinvindico el derecho a llorar cuando me dé la gana.

12 sept 2010

ELA SENCILLAMENTE AMIGOS: NECESITAMOS COLABORACION EB ESTE NUEVO BLOG

ELA SENCILLAMENTE AMIGOS: NECESITAMOS COLABORACION EN ESTE NUEVO BLOG: "PODEIS PARTICIPAR Y COLABORAR TODA LA GENTE Q ASI LO DESEE, OJALA Q ESTE ESPACIO SIRVA PARA ENTRETENER, INFORMAR, DIVERTIR....UN ABRAZO A TO..."

8 sept 2010

Viaje a Alemania: El regreso

De vuelta al hotel, seguí las recomendaciones del médico quedándome tumbada en la cama.
Los anunciados dolores de cabeza se manifestaron violentamente a lo largo de la noche, pero pasadas 12 horas ya estaba en forma y aprovechamos los días de espera para el reimplante, haciendo alguna excursión.
Visitamos el Palacio de Benrath, fuimos al Museo y Aquazoo Loebbecke y nos dimos un banquete de carnes, verduras, patatas... plato estrella especialidad de la región de cuyo nombre no me acuerdo, pero del que adjunto una foto muy representativa, y llegado el momento volvimos a la clínica.
Esta vez no hubo malentendidos, o eso creo, pues espero que no me hayan inyectado las células de otra persona... Una vez realizada la punción, me dejaron dormir unas horas y nos despidieron deseándome suerte.
La última cena en nuestra plaza favorita también tuvo su anédocta. No sé si habeis visto alguna vez estos WC públicos que son como cabinas de teléfono circulares, en acero gris y cuya puerta se abre insertando una moneda... Pues esa tarde decidimos utilizar la que estaba en la plaza y nos jugó una mala pasada, o es que no estaba pensada para sillas de ruedas... El caso es que se tragó la 1ª moneda y cerró la puerta dejando fuera a Mylena, quien no tuvo + remedio que meter otra. Mientras Rosa me ayudaba a sentarme en el inodoro, la puerta volvió a abrirse pero esta vez no hubo forma de cerrarla, o sea que tuvimos como espectadores a todos los taxistas de la parada de taxis, situada justo en frente. Si añadimos el complicado sistema giratorio y automático del invento, mi tendencia a reir en momentos críticos y la de mi hija pequeña a hacer comentarios graciosos, creo que habría material más que sobrado para un vídeo de cámara oculta.
A la mañana siguiente hicimos en coche los 200 km. que nos separaban del aeropuerto, esta vez de día, admirando el verde y frondoso paisaje de la campaña alemana.
El embarque fue algo caótico, pues a pesar de haber imprimido nuestra reserva en la que se especificaba que había una persona en silla de ruedas, nadie tenía esa información. A la hora de subir al avión se repitió la escena de mis dos hijos mayores vigilando el ascenso en silla, que se hizo en regla... pero ¡ay! estos niños tenían que dar la nota. Tan pronto como llegué arriba, ellos se saltaron el cordón de "Prohibido el paso" inmediatamente detenidos por una azafata que no quizo atender a explicaciones, iniciandose una discusión que alcanzó un registro subidito de tono. Cuando por fin les dejaron pasar y me vieron junto a la ventanila, mi aspecto debía ser patético porque Rosalia me señalaba y en un inglés que yo ignoraba que hablara y el (sí) "familiar" tono de cuando le hierve la sangre, exponía el motivo por el que quería subir. Su hermano, mediando a su favor pero tratando de apaciguar los ánimos, los pasajeros disfrutando del espectáculo, y yo pensando "Tierra trágame".
No sé si por el dolor, los nervios o todo junto, apenas habíamos despegado cuando sentí que me invadían las náuseas y el mareo. A punto de perder el conocimiento, ví cómo nuestra "azafata de la discordia" desplegaba todo el sistema de primeros auxilios, irreconocible y encantadora, ignorante, la pobre criatura, de que también le ibamos a fastidiar la breve escala en Sevilla (muy a pesar nuestro, todo hay que decirlo).
Os cuento, durante la estancia en Alemania, Jon mantuvo conversaciones telefónicas con Aena en las que le aseguraron que a la vuelta nos esperarían como es debido. Así que la indignación de mi familia al ver que nos esperaba la misma ridícula silla de juguete, no tuvo límites. Mientras Rosalia, la tripulación y yo, esperábamos arriba, abajo, los de la silla, se enfrentaban a la rotunda negativa de los míos a usarla. Unos argumentaban que tardarían mucho tiempo en ir y volver con el equipo adecuado, otros que no tenían prisa y que cuanto + tiempo perdieran discutiendo, + tarde se les iba a hacer.
En fin, como la razón estaba de nuestra parte, acabaron cediendo y dando media vuelta de vacío ante la mirada atónita de la azafata, quien tras preguntarnos qué estaba pasando, nos dió la razón, no sabemos si de buena o de mala gana. Cuando volvieron con una silla sube-escaleras perfectamente apta para la circunstancia, ya estaban entrando los pasajeros del próximo vuelo. Fin del viaje.
Me queda hacer 2 observaciones:
1º Si disponen del material adecuado, ¿por qué demonios no lo utilizan siempre?
2º Me parecería más lógico que instalaran primero tranquilamente a las personas con discapacidad, y no a la inversa.
También me pregunto porqué los aviones no estan equipados de asientos individuales para los enfermos y un acompañante.