
La última vez fue, nada más nada menos, que en la cena de navidad. Resulta que Rosa metió el pavo relleno en el horno, a la temperatura requerida, pero se ve que el fantasma les oyó decir que querían cenar temprano, y pa qué... Pués que decidió bajar el horno de 240 a 170 grados. Una faena!!!
Total, yo creo que le divierte ver como los chicos se echan la culpa unos a otros. Que si la sandwichera amanece encendida sin que nadie la haya usado en la cena, que si la lavadora se para sola...
Yo tengo mi teoría, creo que los fantasmas en realidad comen. Sospecho que el nuestro, cuando la lavadora está en funcionamiento, decide prepararse un "tentempié" para de paso apoyarse contra el botón de la lavadora y pararla. También le gusta bromear con mi cepillo de dientes, mi hija lo pone a cargar, el fantasma lo para, la niña lo vuelve a poner y otra vez lo para el fantasma, una y otra vez. Tanto es así que le dije a mis hijos de comprarme uno nuevo, pero tras un último intento el cepillo funcionó perfectamente.


A ver si se cansa y se muda de casa...
Estoy segura de que hasta mi nieto, con sus escasos 4 meses ya sabe lo que pasa. Puede que hasta lo vea, pués últimamente pone la boquita en "O", sonríe e intenta hablar... A mí me parece tan gracioso que solo con verle me olvido de las trastadas de nuestro fantasma.
Moraleja: A todo se acostumbra un@...
não sei se é para rir,se é para chorar!maldito fantasma que até ás visitas prega partidas, é que ás vezes procuro coisas ,que aparecem nos lugares mais estranhos! além disso desaparece com as tampas dos tachos,e algumas coisas mais.só espero que meu querido José Damian,não venha daqui por uns tempos a levar toda a culpa desse fantasma descarado.
ResponderEliminarJajaja q bueno mama!!! Ya le vale, lo q me hizo en Nochebuena, eh? Es q no entiendo cómo pudo ocurrir. Yo puse el horno a 240, eso es seguro, no comprendo cómo cuando fui a sacarlo estaba a 170!! Jajaja
ResponderEliminarEn fin, seamos nosotros q hacemos las cosas en modo zombis y ni nos enteramos, o sea el fantasma, lo q esta claro es q siempre ha sido así y me temo q siempre lo será!
Menos mal q te has habituado a las jugarretas del fantasmita y ya lo tomas con filosofía (aparte de ya estar preparada en muchas ocasiones, como con las batidoras)
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ResponderEliminarjajaja, que bueno. Mi madre decía que, en casa, había también un fantasma. Claro que ella me decía que era yo, jejeje
ResponderEliminarNo es un fantasma, es un ángel, tu ángel de la guarda, estoy segura. Un besito.
ResponderEliminarA mi me ocurre lo mismo, salvo que yo le llamo el Diablo Cojuelo
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