11 abr 2011

París - Santiago - Vigo - Sevilla

Llamada matinal a Jon que anoche aterrizó en Santiago de Compostela por motivos que quizás un día sean objeto de una entrada en este blog pero que, de momento, prefiero mantener en el ámbito de lo privado.
Resulta que alquiló un coche por internet para desplazarse a Vigo, hoy a primera hora. Lo primero que dijo, con su peculiar naturalidad, me hizo soltar una carcajada... Parece que tuvo que aparcar en un lugar exiguo y salir por la puerta del copiloto. El problema surgió cuando quiso volver a entrar y se dió cuenta de que la única puerta que obedecía a abrir era precisamente esa del conductor por donde no había podido salir y, por lo tanto, tampoco podría entrar... Entonces recordó que algo le habían dicho sobre la llave. Luego nos enteraremos cómo lo resolvió...
Esto me recuerda a un montón de historias de llaves, la última hace apenas unos días. Era por la tarde y estabamos Mylena, José, el abuelo de adopción (cómo no) y yo. En un momento dado José salió a comprar algo y mi hija fue detrás para que se llevara a nuestra perra. Entonces un golpe de aire cerró la puerta dejándoles fuera sin llave... Yo no puedo abrir y Angel no oye el timbre así que durante un buen rato me han vuelto loca con los timbrazos, mientras Angel veía serenamente la tele. Finalmente se les ocurrió gritar por la ventana abierta y lograr que el abuelo se enterara (señalo que en uno de los emails que les envío de vez en cuando decía: "Acostumbraos a no salir sin llave").
Ya tengo el desenlace de la historia del coche...
Resulta que mientras nuestro viajero estudiaba la manera de salir de allí y se planteaba llamar al Rent a car, apareció la policía local a multar y retirar los vehículos inadecuadamente aparcados, entre los cuales estaba el suyo. Entonces, tras varios intentos fallidos empujando, los agentes tuvieron la idea de parar a un niño que pasaba con su madre y pedirle que se colara por la estrecha apertura entre la pared y la puerta.
Una vez más Jon salió sin daños ni perjuicios de una embarazosa situación, y nosotros pudimos disfrutar de su insuperable relato.
Me queda añadir que este viaje tenía como única finalidad conocer a una amiga enferma de ELA... Y que regresó encantado...
Un beso para ella.

2 comentarios:

  1. Santiago de compustela,e nós duas numa das ruas mais movimentadas , a comer um delicoso polvo,e a beber uma cervejita . tempos que já lá vão, mas que ficarão sempre na memória. Agora que tudo acontece ao meu sobrinho!... fico feliz por saber que essa viagem por uma boa causa, acabou bem,sim que com Joni nunca se sabe.
    já nos contam ,ao vivo e a cores. beijo

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  2. uy, parece que en tu casa estais siempre de feria... da igual una lechuga con 'ojos' en la nevera, q la llamada de una plañidera, q Jon se salve de una multa; parece q le veo contandote la historia,o al abuelo merendando dulces jeje
    cuanto te quiere y cuanto cariño transmite la familia AIRES. beso

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