1 sept 2012

Situaciones: El extraño bar

Vaya de lo que me acabo de acordar, por algo que vi en la tele...
Uy!! No me gusta abordar ciertos temas, porque aquí donde me veis soy una gran tímida. Resulta que hoy en "De buena ley", el juicio iba de intercambio de parejas. Debo decir que la primera vez que oí que eso se hacía no lo creí, y aún me pregunto cómo es posible. Pues hace unos años, cuando todavía estaba casada, mi marido me dijo que fuese con él a hablar con alguien que estaba interesado en una de nuestras mesas de billar. Teníamos en nuestro local 5, y otras tantas en bares, cuando las solicitaba alguien se hacía un acuerdo de palabra o por escrito, y le dejábamos la mesa. Mi marido se ocupaba de esa parte del negocio.
Esa noche, no sé porqué, me dijo que fuese con él. Tenía una dirección y allá fuimos. Cosa extraña, no había ningún tipo de bar ó local, ni siquiera un rótulo de ninguna marca de refrescos. Nos dijimos uno al otro: "Aquí no hay ningún bar, mira bien la dirección, es esta, pues será su domicilio, qué raro, llamemos al timbre." Y bingo!! Nos contesta una mujer. Tras escuchar a lo que veníamos, nos abrió y al entrar vimos una amplia escalera por donde bajaba una señora, zapatos de tacón, falda ajustada, muy repeinada, vaya que no tenía pinta de estar preparando la cena...
Una vez arriba, nos deparamos con una barra de bar, 4 mesas con sus sillas y ningún cliente, una música de fondo y la señora que nos dice de esperar. Al rato apareció una pareja que tras un breve diálogo de conspiración (fue lo que pensé), desaparecieron  por un pasillo. Nos pedimos una copa, por un ojo de la cara. Mi marido estaba muy callado y serio, pero yo... Qué os voy a contar que no sepais ya?... No puedo estar en una situación así sin hacer comentarios, uno de ellos fue: "No veo para qué quieren una mesa de billar, como no sea para acostarse, jeje". Cuanto más serio estaba él, más me reía yo, jajajjaja!!
Estabamos en un lugar de intercambio de parejas.

6 comentarios:

  1. ¡¡¡ Y es que una mesa de billar sugiere tantas cosas, jejeje !!!

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  2. Uf, mi madre en un lugar de esos... Ya me imagino tus comentarios sarcásticos. Evidentemente no dejasteis ningún billar allí porque no te atraería la idea de que tu marido fuera a recaudar a ese sitio una vez por semana, jeje.
    La verdad es que, respetando a todo el mundo, yo tampoco entiendo cómo alguien puede ir con su pareja a un sitio de esos ¿¿?? Me rompe totalmente los esquemas de lo que debe ser una pareja. En fin, allá el que lo haga y le aporte algo.
    Por cierto, esta historia me recuerda a otra que me contaste una vez, no lo recuerdo bien, pero en una de las reuniones de papá con sus amigotes, conocidos (como quieras llamarlo) te diste cuenta de repente de que las mujeres que les acompañaban no eran sus esposas, la única eras tú...

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  3. eu posso dizer ,quem sabe,a tua sabedoria provem do facto de teres vivido as mais variadas situações. eu não me atrevo a pensar que teu marido tinha conhecimento como as coisas se passavam,mas será que sabia? é que depois de tanta parvoice!...águas passadas,memórias guardadas.

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  4. Madre mía, qué vicio!!!!, porque las mesas de billar no están acolchadas, no?
    Hace muchos años cuando estaba en la mili un excompañero de trabajo montó un bar de copas en la zona alta de Barcelona y parecía que le iba bastante bien. Pasaron unos meses y en un permiso se nos ocurrió ir a tomar una copa a su Pub. Al llegar la puerta estaba cerrada a cal y canto pero sin embargo la luz del local estaba encendida aunque había cambiado de color y parecía todo sospechoso. Ni cortos ni perezosos llamamos al timbre y a través de la ventanita de la puerta nos atendió una mujer "vestida para matar". Preguntamos por nuestro colega y al poco apareció él, un poco avergonzado y nos dijo que se había asociado con la Madame que nos había atendido antes y que el local había cambiado de actividad y que ahora era un local de intercambio de parejas. Nos invitó a entrar pero con la condición de que no pasáramos de la barra. Aquello parecía la cueva de Alibabá pero sin luz, y el morbo solo me dejó ver unas piernas de mujer en la lejanía. No se oía ningún gemido porque la música estaba muy alta, así que esa ha sido mi experiencia personal en el intercambio de pareja. Lógicamente mi amigo y acompañante de aquella noche no quiso intercambiarse con nadie.

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  5. Que local más original ! pero prefiero la mujer que tengo.No se si aunque yo quisiera alguien estaría dispuesto a intercambiarme, !mi mujer podía descansar un poco de mi jejejejejeje !

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  6. Locales, los hay mas raros todavía. Yo conozco otro . Pero nunca he ido, no penseis mal, ja, ja

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