19 ago 2010

Viaje a Alemania: La ida

Es curioso el modo en que a veces tomamos decisiones.
Personalmente suelo pensar detenidamente cada uno de mis actos, pero el viaje a Alemania no lo pensé ni un minuto, y no porque tuviera esperanza, más bien como que me daba igual de todo, como el que dice "de perdidos al río".
En el fondo creo que lo hice por mis hijos, que no hacían más que buscar soluciones, sobre todo Rosalia, la más internauta de los 3. Ella fue quien un día me habló de células madre y todo lo referente al tema. Me dijo que había contactado con la clínica, me dió fechas y por último me adelantó recelosa el coste de todo el plan...
En el mismo instante me apeteció darle una alegría y le dije que lo organizara todo, que yo tenía el dinero (ella lo sabía, pues nunca oculto ningun asunto de interés familar)
Quizá acostumbrada a mi sensata gestión del dinero, temiera que me pareciera mucho gasto. Era en abril de 2009, una vez decidido el viaje dijimos que hacían falta 2 acompañantes, pero todos querían venir, incluido Jose asi que reservamos 5 plazas en un vuelo de bajo coste donde nos aseguraron que no había problema por que estuviera en silla de ruedas. También alquilamos por internet un coche de 7 plazas, reservamos el hotel, y... a hacer las maletas ¡que nos vamos de vacaciones!
Dos días antes se me ocurrió decir "Espero que no haya que subir al avión por las escaleras", comentario al cual todos contestaron que eso ya no existía, que nunca les había pasado y que no fuera agorera.
El hecho es que a mí tampoco pero esta vez si que pasó. Llegados a la puerta de embarque nos separaron diciendo que se quedase sólo uno conmigo, y por primera vez  en la historia de nuestros vuelos tocaba subir al avión por la escalera, vaya, que hay que tener mala suerte...
Llegamos cuando los demás pasajeros ya habían embarcado, salvo Jon que se negó, diciendo que quería ver cómo subían a su madre. Pues fue asi: trajeron una silla sin cinturón, ni laterales, y 2 chicas de unos 50 kgs. emprendieron la tarea de subirme entre las protestas de mis hijos, mi miedo y las miradas de la gente. Cuando querían sentarme junto a la ventanilla tirandome de los brazos, que entonces me dolían a horrores, les relaté que me daba igual el protocolo y conseguí quedarme del lado del pasillo...
Llegamos a eso de la 22h y la salida del avión fue más amena, ya que allí disponían de una silla homologada manejada además por 2 corpulentos alemanes.
Una vez en la terminal, Rosalia y yo fuimos al baño, Mylena y Jose a tomar algo, y Jon a ver del coche. Cuando vimos que tardaba en volver decidimos ir a ver qué pasaba y le vimos hablando por teléfono bajo la atenta mirada de la dependienta, señal de que teníamos el primer problema: efectivamente su tarjeta no le permitía pagar, y no se podía operar en efectivo.
Por suerte yo pude utilizar la mía y, llave en mano, nos fuimos a buscar el coche. Nos pusimos en marcha con el itinerario elaborado en el mapa que supuestamente no tenía pérdida, aunque no tardamos ni 10 minutos en parar en una gasolinera totalmente desubicados. Mientras mis hijos iban a ver si se entendían con el alemán, Jose que se quedó conmigo, descubrió que el coche estaba equipado de navegador... entre risas llamamos al grupo, y en pocos minutos consiguieron entre todos que este aparato nos hablara en español con una voz de mujer a la que rápidamente llamaron "Pepa", a pesar de su acento alemán, y desde ese momento Pepa nos condujo hasta la puerta del hotel, que respondía a nuestros requisitos, con lo cual sin más nos fuimos a dormir...

4 comentarios:

  1. JÁ SEI TUDO ISSO PORQUE AINDA BEM QUE PUDE IR AÍ LOGO DEPOIS,AINDA BEM QUE ESTIVE AÍ POUCOS DIAS ANTES DESSA ATRIBULADA VIAGEM E QUE TENHO PODIDO ACOMPANHAR MAIS OU MENOS ESSAS PERIPÉCIAS.AINDA ASSIM LEIO E RELEIO E É INTERESSANTE A MANEIRA COMO DESCREVES AS COISAS.lIÇOES DE VIDA PARA OS TEUS LEITORES QUE JÁ SÃO MUITOS. BEIJOS

    ResponderEliminar
  2. Ya ves! Yo no me lo podía creer cuando ví esas escaleras y esa silla que parecía de broma en la que te subieron como quien sube un muñeco... una pasada, vamos.
    Por cierto, he visto que has colgado una foto de un avión de Ryanair, que fue justamente la incompetente compañía con la que volamos (valga como pequeña prosteta y mala publicidad para quien lo lea..)
    Lo del coche ya fue de tontitos, jeje.. Mira que tener navegador y no darnos cuenta. Recuerdo que yo ya estaba tó agobiá porque la de la gasolinera nos estaba mandando pa un sitio que a mi no me sonaba nada a lo que yo había visto en el google-maps!!
    Menos mal que Pepa nos acompañó durante todo el viaje pq nos hubiéramos vuelto LOCOS con todas las vueltas que dimos a lo largo de la semana que pasamos en Dusseldorf.
    Como bien dices, parecía que ibamos de vacaciones en lugar de ir a lo que ibamos, eh? Y tú: qué resistencia mostraste una vez más!! Todos los días dando vueltas por la ciudad (un calor que hacía) y tú ahí, la primera, y eso que estabas tan cansada...
    TE QUIERO GUAPA.

    ResponderEliminar
  3. Nosotros viajamos con Rayanair el pasado agosto y la verdad es que en España fue fatal, pero por el aeropuerto y la atención, cuando llegamos a Italia era otra cosa, el acceso y la atención eran perfectos. El acceso al avión, aquí en Valencia también fue horroroso, le subieron entre dos personas con una especie de silla para escalones de la que bajó hecho polvo, a la llegada allá le bajaron perfectamente en su propia silla...pero vamos que también fue una odisea...Me alegro de que encontrarais a la PEPA, al menos os solucionó parte de los problemas...Ya nos contarás que tal fue el resto. Una vez más demuestras la fuerza que tienes...Siempre PALANTE!!!!Un beso. Mari Carmen.

    ResponderEliminar
  4. Pues el resto no tiene desperdicio Mari Carmen
    un beso atenta lectora
    para todos los demas tambien

    ResponderEliminar