25 abr 2012

Observaciones...

Ya me acuerdo...
No queda otra que adaptarse, unos peor, otros mejor...
En el curso de los últimos años en los que paso los dias sentada o acostada, he conocido e imaginado situaciones bastante peores que la mia.
Madres y padres con hijos pequeños, personas solas, o con familias rotas... También pienso en la situación del país, los que se han quedado sin casa por la crisis económica... Las enfermedades castigan por igual a todas las capas de la sociedad, por eso digo que pese a mi desgracia (algunos dirán que si Dios me eligió debo aceptarlo y si me apuras, hasta que debería estar agradecida). Pues no. Yo acepto, porque esto es lo que hay, y mi fuerza reside en mi lucidez, no en ninguna creencia religiosa...
Todos nacemos y todos morimos, pero yo estaba muy a gusto con mi vida, y la verdad, me hubiera encantado conocer a mis nietos, y hubiese prescindido de una muerte anunciada (que me perdonen si soy o parezco cruda). Como decía, soy afortunada de tener unos hijos que pueden dedicarme el tiempo que necesito, tengo suerte de disponer de una cantidad mensual que sin ser desmesurada nos permite vivir sin problemas de dinero, y gracias a ello, que no me cuiden extraños. Siempre he sido muy celosa de mi intimidad y me costó mucho pasar al estado de dependencia total, pero como dice el refrán, a todo se acostumbra uno...
A su vez, mis hijos tienen suerte de que no sea una persona difícil de cuidar, o eso creo, soy más bien bajita (1,57 m.) tampoco soy gorda (y menos ahora), es decir, mi Rosalía me levanta, me ducha, viste y me instala en el salón sin mayor dificultad. Tengo que decir que prescindo de ropa interior, ni sujetador, ni bragas, (como Aida Nízar, ¡jeje!). Esto facilita mucho. Tampoco necesito pañales. Puedo estar varias horas delante de mi ordenador sin molestar, de noche tampoco doy la lata, me acuesto sobre las 22h y hasta las 10h o más, y si llamo una vez, es solo para cambiar la postura de brazos o piernas...
Una mujer joven lo tiene que pasar mal con la regla, dependiendo de otra persona... Un enfermo corpulento también es más difícil de mover en cualquier actividad diaria... Y tantas situaciones que me cuentan y otras que ni siquiera imagino...
A todos y todas un abrazo.

5 comentarios:

  1. A su vez... tengo suerte con leerte, es una mirar hacia adelante o un mirar hacia atrás. O,simplemente, mirar.
    Gracias, Adilia.

    ResponderEliminar
  2. Para ti también un abrazo de esos que nos gustaría dar.

    ResponderEliminar
  3. Me alegro de leer lo que escribes
    cada vez más,me encanta,y siempre con toda la razón del mundo.

    ResponderEliminar
  4. sempre há um lado positivo em todas as coisas.
    me alegro muito que vejas o teu. de facto ,por muito
    mal que estejamos,há sempre quem esteja pior.
    te quero muito, admiro a tua coragem,forma de pensar,
    e estar na vida.beijo

    ResponderEliminar
  5. Querida madre,
    Tú no das la lata, es verdad, pero si la dieras estarías en todo tu derecho y te querríamos igual. Como dices, a pesar de los males, tenemos suerte.
    Suerte de que seas un taponcito, de que te hayas quedao "en ná" y te pueda levantar casi con un solo brazo (jeje), de que tengamos las condiciones oportunas para disponer de tiempo para tí (lo contrario me haría extremadamente desdichada)...
    Y suerte de tener esta perspectiva que tienes tú de las cosas, de saber mirar siempre de forma positiva, evaluar las cosas con optimismo y serenidad.
    Siempre acabo diciéndote más o menos las mismas cosas, pero no lo puedo evitar: te admiro y te quiero mucho, con todo mi corazoncito de "piedra". ;-)

    ResponderEliminar