12 abr 2010

Mi doble y yo


Este fin de semana tuve visita, no una visita cualquiera. Una vez más desde que empezaron mis problemas de salud mi "doble" sacrificó sus pocos días libres para viajar de Lisboa a Sevilla, cual samaritana en mision.
Ella es mi hermana gemela, se llama Mimosete y cito su nombre por original. Yo jamás conocí otra, ni lo lei en ningun libro. Hasta los 20 años estuvimos más o menos juntas y después seguimos cada una su camino. Miles de kilómetros nos han separado durante años aunque siempre una de nosotras salvaba la distancia cuando podia.
Cuando me trasladé a España con mi familia, esa distancia se redujo (ella vive en Portugal), pero la vida que se me deparó aqui fue tal que no me permitia descansar los dias festivos ni mucho menos irme de vacaciones, asi que nos seguiamos viendo con la misma poca frecuencia.
La primera visita que me hizo al pueblo donde entonces vivia, y donde era ya conocida, me dejó un recuerdo anecdótico. Lo cuento porque no tiene desperdicio.
Llegaron por la tarde, ella con su marido, la más chica de las hijas y mis padres. Esa noche se quedaron a dormir y cuando por la mañana manifestó el deseo de dar un paseo por el pueblo, ya me temi que pasaria lo que efectivamente pasó: esa misma tarde ya mi marido y yo eramos la comidilla del barrio... Decenas de personas estaban seguras de haberme visto del brazo de un desconocido, descaradamente sin nisiquiera disimular...
En otra ocasión hubo 1 episodio de la misma índole que voy a pasar por alto para volver al presente.
No me gusta hablar de lo enferma que estoy, y cuando digo hablar es por inercia pues ya solamente me comunico por escrito... Aprovecho la ocasión para decir lo mal que lo paso cuando intento hablar y nadie me entiende. Supongo que si algún enfermo de e.l.a. lee esto sabrá de qué hablo, y como sé que mis hijos lo van a leer, aqui dejo constancia de algo especialmente desagradable, que es cuando dicen "callar todos, quitar el volumen a la tele que va a hablar mamá".
Tomad nota, hijos y familiares de enfermos de e.l.a. (El término "elático" que descubri recientemente, no sé porque me da escalofrios, será que necesito familiarizarme con él.
Recuerdo que me chocaba cuando leía la palabra "leproso". Pensaba que debian decir "enfermo de lepra"... cosas mias..).
Termino retomando la causa y efecto de las frecuentes visitas que me hace mi hermana gemela. La primera es la preocupación constante por mi, y el efecto es que tras su paso por casa las prendas de vestir recuperan sus botones y cremalleras y yo recupero un poco el norte en el panorama de los asuntos domésticos
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3 comentarios:

  1. ¡Guapísimas! Dos mejor que una...me alegro de tu visita, esas cosas son las que ayudan en momentos difíles.Aprovechalas! Que no te cueste hablar de tu enfermedad...es difícil, pero te sentirás liberada si lo compartes y los que te quieren saben que es así. Ahora la escritura es tu forma de comunicarte, no dejes de hacerlo mientras puedas. Mi marido no perdió del todo el hablar, perdió otras cosas, muchas, pero su fuerza nos ayudó. Seguro que tú también puedes, desde aquí recibe mi apoyo y mi fuerza. Un beso. Mari carmen.

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  2. Menos mal que está la tía pa reorganizar el frigorífico, hacer la costura, preparar bacalao con patatas y croquetas de bacalao... mmmmm!! Y también pa reñirnos por no tener las cosas como ella sabe que te gustan... jeje.
    Ojalá viviera + cerquita, eh?

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  3. As duas irmãs, tão parecidas e tão diferentes. Acredito, que a minha relação com a minha mãe é como todos conhecem, derivado da presença tão regular da minha Tia. Estamos sempre a aprender e nós aprendemos muitas coisas contigo.
    Eu não me importo de a deixar ausentar-se por mais tempo...
    Falando em mais "cerquita" e se mudassem para cá?!!

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